La didáctica nos revela un paralelo que diferencia las metodologías utilizadas por el profesor tradicional, separándolo del profesor innovador. El primero, se apoya en el modelo llamado “reproductivo o pasivo” (centrado en el contenido), donde la enseñanza consiste en transmitir información a los alumnos. Por lo que, el docente entonces, se convierte en un reproductor de conocimiento, de tal modo, que el alumno no puede generar un conocimiento propio, desarrollando así, sólo un aprendizaje memorístico y repetitivo.
ü El maestro muestra las nociones, las introduce, provee los ejemplos.
ü El alumno, en primer lugar, aprende, escucha, debe estar atento; luego imita, se entrena, se ejercita y al final, aplica.
ü El saber ya está acabado, ya está construido.
En cambio, el profesor innovador aplica un modelo “constructivo” (centrado en la construcción del saber por el alumno), dentro del cual, el maestro escucha al alumno, suscita su curiosidad, le ayuda a utilizar fuentes de información, responde a sus demandas, busca una mejor motivación. Por lo tanto, se propone partir de modelos, de concepciones existentes en el alumno y ponerlas a prueba para mejorarlas, modificarlas, o construir unas nuevas.
ü El alumno busca, organiza, luego estudia, aprende (a menudo de manera próxima a lo que es la enseñanza programada).
ü El maestro propone y organiza una serie de situaciones con distintos obstáculos (variables didácticas dentro de estas situaciones), organiza las diferentes fases (acción, formulación, validación, institucionalización), organiza la comunicación de la clase, propone en el momento adecuado los elementos convencionales del saber (notaciones, terminología).
ü El alumno ensaya, busca, propone soluciones, las confronta con las de sus compañeros, las defiende o las discute.
Actividades Didácticas
El punto de partida en el desarrollo de una actividad debe de tener en cuenta los conocimientos previos de los alumnos y alumnas, así como sus ideas erróneas, para lo cual el profesor debe realizar un diagnóstico inicial del conocimiento del alumno, que le permita por una parte, tener una visión de conjunto del tema y además le sirva para motivarlos.
La actividad del alumno a través de tareas concretas debe de preceder a la exposición, formulación y simbolización de conceptos teóricos.
Debe de utilizarse actividades situadas en diversos contextos, relacionados, la mayoría de las veces, con el entorno de los alumnos, intentando conseguir una mayor motivación de los mismos. En ocasiones se propondrán actividades abiertas que permitan a cada alumno realizarlas según su diferente desarrollo intelectual o de conocimientos.
Por ejemplo leer y relacionar un cuento, de acuerdo a sus propias vivencias, permitirá que comprendan el cuento, y además, que logren hacer una reflexión que desarrolle dicha relación cognitiva.
1 comentarios:
Un excelente acercamiento a las características de la comunicación didáctica en el Aula.
Felicidades
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